sábado, 6 de junio de 2009

Cosas curiosas....

1 comentario:

Anónimo dijo...

Srta.Correa
Un pequeño aporte para su gran labor.
iquique '86


Antonio Machado
Poeta español nacido en Sevilla en 1875 y fallecido en Collioure, Francia, en 1939.Doctor en Filosofía y letras, fue catedrático de francés en los Institutos de Soria, Segovia, Baeza y Madrid. En 1927 fue elegido Académico de la Real Española, cuyo discurso de ingreso no pronunció nunca.Está considerado como uno de los grandes poetas de la lengua castellana. Su vasta obra poética se caracteriza por la sencillez y precisión en el lenguaje. Cantó a la tierra, al mar, a los olivos, y en diversos tonos, a la gloria del amor. En su poesía se refleja la visión dolida de su patria y la recreación de la belleza que encierran las pequeñas cosas.Entre sus obras publicadas se destacan «Soledades, galerías y otros poemas» en 1903, «Campos de Castilla» en 1912, «Nuevas canciones» en 1925 y «La guerra» en 1938.


¡oh, dime, noche amiga!

¡Oh, dime, noche amiga, amada vieja,
que me traes el retablo de mis sueños
siempre desierto y desolado, y sólo
con mi fantasma dentro,
mi pobre sombra triste
sobre la estepa y bajo el sol de fuego,
o soñando amarguras
en las voces de todos los misterios,
dime, si sabes, vieja amada, dime
si son mías las lágrimas que vierto!
Me respondió la noche:
Jamás me revelaste tu secreto.
Yo nunca supe, amado,
si eras tú ese fantasma de tu sueño,
ni averigüé si era su voz o la tuya,
o era la voz de un histrión grotesco.

Dije a la noche: Amada mentirosa,
tú sabes mi secreto;
tú has visto la honda gruta
donde fabrica su cristal mi sueño,
y sabes que mis lágrimas son mías,
y sabes mi dolor, mi dolor viejo.

¡Oh! Yo no sé, dijo la noche, amado,
yo no sé tu secreto,
aunque he visto vagar ese, que dices
desolado fantasma, por tu sueño.
Yo me asomo a las almas cuando lloran
y escucho su hondo rezo,
humilde y solitario,
ese que llamas salmo verdadero;
pero en las hondas bóvedas del alma,
no sé si el llanto es una voz o un eco.

Para escuchar tu queja de tus labios,
yo te busqué en tu sueño,
y allí te vi vagando en un borroso
laberinto de espejos.